Industria 4.0, ¿qué es y cómo transforma el consumo energético?

Industria 4.0

Las últimas décadas han traído un crecimiento exponencial de los avances en tecnología, lo que ha supuesto también una sucesión continua de “revoluciones” que han transformado por completo nuestra industria. Entre 1980 y hoy, se ha pasado de utilizar ordenadores solo para determinados procesos a basar toda una compañía en el Internet of Things, lo que supone una mejora indiscutible para los procesos de producción. Es por esto que, en la década de 2010, se empezó a hablar de la “Industria 4.0”.

Hablamos de industria 4.0 al referirnos a aquellas empresas que cimientan su actividad sobre el IoT, la nube y el big data. Son industrias con gran capacidad de adaptación tanto al entorno como a los cambios, puesto que todo está digitalizado o “smartizado”. Se basan en la hiperconectividad o la capacidad de automatización de los procesos de producción y la conexión entre ellos a través de la nube, permitiendo la velocidad de adaptación a los cambios de la que hablábamos antes.

Industria 4.0

Imagen de CARTIF (Blog)

Y… ¿qué pasa con la energía?

La importancia de esta cuarta revolución industrial, además, radica en que las empresas se dirigen hacia un modelo sostenible y cada vez más respetuoso con el entorno. Esto permite que se prioricen aspectos como el ahorro energético y la utilización de fuentes de energía renovables. La propia Unión Europea establece que la energía utilizada deberá ser segura, sostenible y competitiva para 2020.

Para lograr estos objetivos, las nuevas industrias 4.0 deberán instalar sistemas de gestión adecuados a la última revolución tecnológica: es decir, basados en el IoT, la nube y el big data. Con estos sistemas de gestión, que se diseñan después de haber realizado una correcta auditoría energética, se logrará monitorizar los ahorros en el consumo. Lo que permite la auditoría es aplicar determinadas medidas de ahorro basadas en ciertas características de las industrias y de la forma que tienen de desarrollar su actividad. Este estudio permitirá, además, realizar los cambios necesarios para optimizar el uso de la energía en las instalaciones, reducir el consumo y ahorrar en la factura final.

Las ventajas que ofrecen los nuevos sistemas de gestión energética, que ya parten de la tecnología de esta cuarta revolución industrial, se centran sobre todo en la rápida capacidad de reacción ante las incidencias. No obstante, también es muy importante tener en cuenta que estos sistemas permiten evaluar cientos de variables en un tiempo mucho menor al que lo haría una persona, por lo que se puede estar seguro de que la solución que sugiera el sistema de gestión será completamente eficaz.


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