Redes de aprendizaje para la eficiencia energética en la industria

La eficiencia energética es uno de los retos más importantes a los que las empresas se enfrentan en su día a día. Las de tipo industrial, por su alto consumo energético, son de las más sensibles a estos temas. Una correcta gestión de la energía puede suponer para una empresa ahorros importantes que se verán directamente reflejados en su cuenta de resultados.

Sin embargo, es un reto para el que muchas empresas no están preparadas. Acometer un proyecto de eficiencia energética supone un esfuerzo de tipo organizativo y estructural que muchas veces no se pone en marcha por no disponer de los conocimientos o el equipo humano necesario para ello. A menudo la implantación de sistemas de gestión energética son proyectos complicados y requieren de inversión, no sólo en medios materiales sino humanos que son costosos para las empresas

Algunas limitaciones suelen ser:

  • Falta de capacidades técnicas o limitación de tiempo de personas cualificadas.
  • Desconocimiento de mejores prácticas.
  • Coste de asesorías vs ahorros.

Uso de las redes de aprendizaje para la eficiencia energética

Las redes de aprendizaje son una metodología colaborativa, generalmente conducida por líderes o consultores externos, entre empresas o centros de producción de una misma empresa o entre empresas de un mismo sector o localización territorial. Estas empresas colaboran para conseguir un objetivo común: Reducir costes energéticos. Con las redes de aprendizaje, se aprende de los vecinos, los gastos de consultores externos se reducen y se benefician de compras de energía en formato “cooperativa”.

Esta metodología ha sido desarrollada en Alemania, donde hay ya más de 50 redes de aprendizaje funcionando, con unos excelentes resultados en gestión energética. Alemania, hay que recordar, está a la cabeza de Europa en cuanto al índice de eficiencia energética, a lo cual contribuye sin duda este tipo de iniciativas.

Tipos de redes de aprendizaje

En lo que respecta al trabajo en común de una red de aprendizaje aplicada a la eficiencia energética, podemos hablar de dos tipos:

  1. Redes de Aprendizaje en eficiencia energética. Pueden ser generales o temáticas. Es decir, tratar los problemas de energía desde un punto de vista global o teniendo en cuenta la problemática de un sector en concreto. El objetivo es desarrollar proyectos de eficiencia energética dentro de las empresas y beneficiarse entre todas de una economía de escala en la toma de decisiones.
  2. Redes de Aprendizaje en Sistemas de Gestión de la energía. Se trata de implantar Sistemas de Gestión de la energía en las organizaciones, idealmente con el objetivo de conseguir certificación ISO 50001. De esta forma, las redes de aprendizaje sustituyen o complementan la creación de un departamento específico para la gestión energética dentro de las empresas.

Cómo se pone en marcha una red de aprendizaje

  1. Creación de la red. El número ideal para sacar el máximo partido a la red es de entre 10 y 15 empresas participantes que se juntan para abordar en conjunto la gestión energética, aunque se pueden ver resultados con menos integrantes. En esta fase se definen roles y responsabilidades, tanto dentro de las propias empresas como en la dinámica de la red. Es necesaria también la firma un convenio de colaboración entre empresas participantes.
  2. Diagnóstico. En el inicio formal de la red lo más importante es establecer los diagnósticos iniciales, definiendo las metas de ahorro de energía y la línea base de trabajo, tanto conjunta como individual.
  3. Desarrollo. La actividad mínima de la red consiste en talleres presenciales con participación de los miembros, recomendados cada dos meses. En estos talleres se plantean las cuestiones a resolver con sus responsables, se comparten los avances, se realiza el intercambio de experiencias dentro y fuera de los talleres y se puede buscar acompañamiento técnico y moderación profesional.
  4. Cierre. Para obtener el máximo partido a una red de aprendizaje no se debe  mantener su funcionamiento de manera continua. Es preciso una evaluación constante de la red y una presentación de resultados. La decisión de si la red continúa o no depende de la información del reporte final. Una red debe nacer y finalizar con un proyecto concreto y, salvo en el caso de que no se haya completado o surjan nuevas vías de colaboración, tiene una fecha de finalización.

Objetivos de una red de aprendizaje

Entre los objetivos típicos de las redes de aprendizaje para la eficiencia energética están:

  • Mejorar el desempeño energético.
  • Reducir los costos energéticos.
  • Fortalecer las capacidades técnicas de las empresas participantes.
  • Reducir la emisión de gases de efecto invernadero
  • Mejorar la reputación del líder

Si te interesa formar parte de una red de aprendizaje, o liderar una red con tus proveedores o partners, en BlacktoGreen contamos con experiencia en la puesta en marcha y moderación de este tipo de soluciones. 


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