Cómo ahorrar gracias a una auditoría energética

Actualmente, el Real Decreto 56/2016 obliga a las empresas a realizar una auditoría energética cada cuatro años, tanto por el ahorro como por la necesidad de realizar la transición hacia un consumo más sostenible. Esta auditoría supone una inversión que, en principio, muchos la realizan con el fin de cumplir con la legalidad. No obstante, el estudio del consumo energético de cualquier organización incluye también una sección de “propuestas de mejora”, que podrían implantarse para ahorrar en el consumo y, por consiguiente en la factura eléctrica. Aunque estas propuestas no son de obligatoria implantación, sí que podrían reducir el consumo de energía de la empresa y supondrían un importante ahorro.

La post-auditoría marcará, por tanto, unas bases de ahorro para cualquier organización que haya realizado la auditoría energética. Estas pautas de ahorro no tienen por qué requerir una gran inversión, sino que muchas veces por un coste mínimo, simplemente una correcta adecuación de la potencia  contratada mediante su correspondiente estudio, reduce enormemente la factura.

Por otro lado, también existe la posibilidad de implantar medidas de ahorro a partir de una inversión: puede cambiarse la instalación de iluminación al LED (iluminación de bajo consumo), pueden monitorizarse los consumos para controlar cuándo y cómo se puede ahorrar, pueden instalarse filtros de armónicos en red que aporten una mejora de la calidad eléctrica y que reduzcan la energía consumida, pueden instalarse nuevos sistemas de climatización (aerotermia o biomasa, por ejemplo)… Estas y muchas otras medidas son las que ha implantado BlacktoGreen, por ejemplo, en empresas internacionales de mantenimiento de vehículos industriales, por lo que si necesitas conocerlas más a fondo nuestros expertos podrían resolver todas tus dudas.

Todas estas medidas de ahorro, sin duda alguna, ayudan a las organizaciones en muchos aspectos, pero fundamentalmente en tres ámbitos definidos: ahorro energético, ahorro económico y disminución de las emisiones de CO₂. Asimismo, se potencia la incorporación de tecnología más innovadora y con mayores capacidades por un precio inferior, además de que la imagen corporativa mejora al promover la sostenibilidad económica y medioambiental. Por último, hay que tener en cuenta que, gracias a estas mejoras, se podría obtener la certificación de calidad de gestión energética 50001 y el retorno de inversión no suele ser mayor a un año, por lo que a partir de ese momento únicamente se consiguen ahorros.


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