Tecnologías de la naturaleza
Aerotermia y geotermia
Por Beatriz Serrano
Como ya sabemos, los combustibles fósiles como el carbón, el petróleo o el gas son recursos limitados, cuyo precio continúa en aumento. Por ello, cuando se planifica una nueva construcción se debe tener en cuenta qué energías renovables están disponibles, estudio que también se puede realizar en construcciones ya terminadas. Esto ayudará tanto a ahorrar dinero a largo plazo como a reducir el impacto ecológico.
Entre las tecnologías limpias, sostenibles y eficientes energéticamente nos encontramos la aerotermia y la geotermia, dos grandes desconocidas que poco a poco van abriéndose camino (Ifema, por ejemplo, tendrá una instalación Geotérmica próximamente). Los usos principales de este tipo de energías son la climatización (calefacción y refrigeración) y producción de agua caliente sanitaria (ACS).
Ambas tecnologías utilizan la energía gratuita y contenida de manera natural: en el aire y en forma de temperatura en el caso de la aerotermia, y en el subsuelo, tanto en el suelo como en el agua, en el caso de la geotermia.
Y… ¿qué conseguimos?
La aerotermia aprovecha el 70% de la energía de la temperatura del aire, permitiendo ahorros energéticos y económicos respecto a los sistemas energéticos que tienen como fuente de energía combustibles fósiles. Además, es una energía limpia debido a que no emite humos y no produce combustión.
BlacktoGreen está haciendo un seguimiento y control de ahorros producidos por equipos de aerotermia de varios proyectos residenciales y de comunidades de vecinos. Y, gracias a este seguimiento, sabemos que es una de las medidas de mejora propuestas para nuestros clientes de grandes consumos que mejor está funcionando (hablamos de hoteles, industrias alimentarias, talleres de mantenimiento de vehículos industriales, etc.).
La geotermia, fuente de calor inagotable, a través de bombas de calor de captación horizontal y vertical por sonda. Es una opción energética con costes más elevados que la aerotermia. Sin embargo, ofrece un rendimiento mayor y estable pues se beneficia de la temperatura constante del subsuelo o corrientes de agua subterránea.
Está claro que no existe ninguna fuente de energía totalmente gratuita, pero la naturaleza nos ofrece numerosas oportunidades económicas y ecológicas para producir energía, así que… ¡Aprovechémoslas!