Si me das seis horas para talar un árbol, emplearé las primeras cuatro en afilar el hacha
Esta famosa cita atribuida, entre otros, a Abraham Lincoln nos recuerda que frecuentemente no prestamos la debida atención a la planificación.
«La sostenibilidad es estratégica en nuestra empresa», «seremos neutros en emisiones en 2035″… Frases leídas hasta la saciedad.
Entonces ya has incorporado la sostenibilidad a tu planeación estratégica
¿Verdad?
Si no lo has hecho, tal vez, sólo tal vez, es hora de incluir la sostenibilidad en tus procesos de planeación estratégica.
La Herramienta
¿Qué tienen que ver dos ingenieros eléctricos con la sostenibilidad? Nada. Pero mucho con la planificación estratégica.
En los años 90 Norton y Kaplan introducen el cuadro de mando integral. Bajo la premisa «lo que no se mide, no se puede gestionar» desarrollan esta herramienta para la implementación de la estrategia, con el desarrollo de indicadores de desempeño y cuatro perspectivas, la financiera, la externa, la de procesos internos y aprendizaje y recursos.
Casi 11 años después llegan a otra conclusión:
Lo que no se describe no se puede medir.
Para ello desarrollaron el concepto de mapa estratégico.
Un mapa estratégico es una representación visual de la estrategia. Resumen en una página cómo se integran y combinan los objetivos en las cuatros perspectivas. Cada compañía personaliza el mapa para describir sus objetivos particulares. El mapa estratégico aborda la acción de la empresa sus objetivos particulares.
Perspectiva financiera
Describe los resultados tangibles de la empresa en términos financieros tradicionales
Perspectiva Externa
Describe la propuesta de valor hacia las partes interesadas y la percepción deseada.
Perspectiva interna
Describe los procesos que transformarán los activos intangibles en resultados tangibles
Aprendizaje y Recursos
Identifica qué perfiles, qué sistemas y qué estructura organizacional son necesarios para los procesos descritos.
El traje a la medida: mapa estratégico de la sostenibilidad
Reducción de emisiones, compliances, disclosures, cambio climático, huella de carbono, sistemas de gestión, financiación verde créditos de carbono, riesgos ambientales, economía circular, net-zero,….
La sostenibilidad cada vez se nos complica más. Organizar los múltiples objetivos, requerimientos y sobre todo saber comunicarlos requiere de herramientas. Y un mapa estratégico nos cubre esta necesidad.
¿Cómo se armaría un mapa estratégico de sostenibilidad?
El traje tiene que ser a la medida. En este artículo no podemos cubrir todas las variantes pero si unas pautas para empezar. y un ejemplo simplificado:
Perspectiva financiera: Nuestra estrategia de sostenibilidad se tiene que reflejar en nuestros indicadores necesarios, considerando las externalidades necesarias. Normalmente buscaremos unas mayores ventas, unos menores costes, una financiación más económica y unos riesgos más controlados.
Perspectiva externa: El mercado no admitirá que te quedes sólo en la visión de los clientes. En sostenibilidad necesitas considerar la percepción externa de todas las partes interesadas. Entre otros deberás considerar como comunicas por redes sociales, si debes seguir algún índice sectorial, tu ranking ESG y los diclosures necesarios.
Por último la perspectiva de aprendizaje y recursos, donde destacamos dos capítulos importantes, tecnología y personas. ¿Está la estructura alineada con la estrategia? Si la sostenibilidad es tan importante habrá un director de sostenibilidad sentado en el comité de dirección. ¿O es el director de sostenibilidad, marketing y veinte cosas más?