¿Has considerado implementar un sistema de monitoreo energético en tu instalación, pero no estás seguro por dónde empezar?
Seguro que has visto multitud de monitores energéticos abandonados en muchas empresas, testigos silenciosos de un plan que no logró alcanzar su máximo potencial. Este abandono frecuente de sistemas de monitoreo alimenta las dudas sobre su rentabilidad.
El escepticismo suele surgir a raíz de un plan de monitoreo mal diseñado o de la falta de conocimiento sobre cómo aprovechar los datos recolectados.
En este artículo, te mostraremos cómo diseñar un plan de monitoreo energético efectivo y, lo que es más importante, cómo sacar el máximo provecho de él.
Aprenderás a evitar los errores comunes que pueden llevar al abandono de estos sistemas, descubriendo el potencial transformador que pueden tener en la eficiencia operativa y la rentabilidad de tu empresa.
1. Definir objetivos y qué medir.
Lo primero es tener claro los objetivos específicos que se buscan lograr con el sistema de monitoreo energético. A veces queremos empezar por lo más general y el “ruido” de toda la instalación nos impedirá identificar los puntos de acción.
Un medidor es un contador de uso. Por la simple razón de poner un medidor no se va a conseguir ningún ahorro si no se toman acciones adicionales. ¿Qué acciones o decisiones requieren de datos adicionales? Tal vez, estés considerando cambiar algún equipo, detectar patrones ineficientes. Ten claro la respuesta a esta pregunta para hacer un monitoreo efectivo.
Una posible aproximación es identificar los Usos Significativos de Energía como se definen en un Sistema de gestión energética. Es decir, definir qué aspectos energéticos son críticos y necesitan ser medidos para alcanzar esos objetivos.
2. No te olvides de las variables independientes.
En gestión energética, llamamos variables independientes o relevantes a aquellas variables que influyen en nuestro consumo energético. Por ejemplo, las unidades de producción en una fábrica o los grados días de refrigeración en una instalación comercial.
En la mayoría de los casos, de poco nos servirá nuestro sistema de monitoreo si no tenemos identificadas y medidas nuestras variables independientes. Idealmente con la misma periodicidad que el consumo de energía, pero al menos en un periodo de tiempo útil para la gestión energética.
3. Establecer dónde y cómo medir.
Identificar los puntos específicos donde se colocarán los medidores para medir los aspectos energéticos definidos anteriormente.
Decidir cómo se realizará la medición en estas ubicaciones, incluyendo qué tipo de medidores son más adecuados para capturar los datos necesarios de manera efectiva y precisa.
Este punto, que en su enunciado puede ser trivial, acaba siendo determinante en muchos sistemas de monitoreo. Seccionamiento de circuitos, factibilidad de instalación de medidores en ductos, comunicación y muchos otros son factores que acabarán determinando la viabilidad del sistema por su costo – beneficio.
4. Procesamiento efectivo de datos.
De nada nos sirve un sistema de monitoreo si no se asegura un procesamiento efectivo de los datos recolectados. Esto incluye no sólo recopilar la información, sino también analizarla de manera significativa para convertirla en acciones concretas y estratégicas que impulsen la eficiencia energética de la empresa.
El uso de una plataforma digital, como la de spacewell que usamos en BlacktoGreen, facilita la puesta en marcha de acciones y el seguimiento de proyectos de ahorro, lo que permite tener un verdadero retorno de la inversión de los sistemas de monitoreo.